clasismo, internacionalismo, socialismo

“Algo debe cambiar y la vía no se encuentra trazada por un desarrollo dentro de los marcos que nos ofrece el capitalismo. Ningún desarrollo en este marco garantizará las necesidades de los millones de niños, mujeres y hombres de América. Ninguna inteligente acción desarrollista-nacionalista que no ponga en juego la cuestión del poder para la clase obrera y el pueblo y la sustitución del capitalismo por el socialismo, garantizará esas necesidades.”

jueves, 7 de octubre de 2010

8 de Octubre

Cuántas marchas
debemos caminar
para entender
que todo está más lejos.

Cuántos discursos
tenemos que decir
para entender
que son sólo palabras.

Cuántos ensayos
habremos de escribir
para entender
que la teoría no alcanza.

Mientras tanto, en la plaza,
mis hermanos y los tuyos
duermen con sus perros
sobre el suelo bajo el cielo.

En las esquinas los niños,
mis hijos y los tuyos,
hacen juegos malabares
por sonrisas ausentes y monedas.

En los montes ardidos,
mis hermanos y los tuyos
arquean la espalda
por un hambre segura e infinita.

En los arrozales infames
mis hermanos y los tuyos
hunden las piernas hasta el alma
de la oligarca patria inmaculada.

En la periferia de cartones y hojalata
mis hermanos y los tuyos
viven en un margen satisfecho;
colgados, conectados, olvidados.

En la escasa fábrica reliquia
mis hermanos y los tuyos
marcan tarjeta a diario
y son agujas que caminan ciegas.

Cuando la ortodoxia es una puta hereje
y la doctrina es una mercancía
siempre resucita algún cadáver
y nos invita a reinventar lo viejo.

Entonces rescatan un afiche ajado,
una foto sepia, una escarapela
e improvisan urgentes encuentros sin cabezas
simulando debates con la boina vacía.


Y te llaman Che faltándote el respeto
y te dicen Ernesto los que no te conocen
y te nombran comandante los que no te sienten
y todos te invocan aunque no te aman.

Mientras tanto, por ahora,
yo sólo escribo, Guevara, y te digo:
perdonanos porque nada hacemos por nosotros
y ese sí sería un homenaje serio.

Arderán facsímiles banderas imperiales,
se volcarán lejanas vallas;
tal vez alguna piedra llegará a destino
aunque estas no alcanzan y tampoco las proclamas.

Guevaristas somos todos.
El presidente, el diputado, el policía;
el estudiante, el jubilado, el proletario;
el funcionario, el lumpen y el cadete.

Guevarismo posmoderno y aggiornado
de twitter, facebook, web y blog;
de remera, barra brava y rock and roll
sin Galand, sin FAL, sin AK, sin corazón.

Continuamos hilvanando ausencias
y los gerontes renegados pontifican
y los gerontes reciclados pontifican
y los teenagers radicales pontifican.

En esta tierra sólo queda escombro,
algún madero viejo, casi nada en pie;
quizá alguna memoria resistente
maniatada por mentiras asumidas.

El ego va delante, atrás la gente;
el movimiento es centro de un agujero negro
y todos acudimos a la gimnasia autista
de la convocatoria en fecha repetida.

Ocho de octubre vicario sonsonete,
recitado mantra mentiroso.
Guevara, te moriste, te mataron;
te matamos a diario entre nosotros.